Eventos

Cuando el Fotoperiodismo todavía no existía.

By 05/03/2021 No Comments

Tal vez el nombre de Gerta Phorylle no nos recuerde a nadie. Pero si lo sustituimos por GERDA TARO, todos asociamos su imagen a una cámara de fotos Leica.

 
Nacida en Stuttgart en 1910 en el seno de una familia judía polaca de clase acomodada, siempre se mostró del lado de los más desfavorecidos.

 

 

 

En 1933 se vio obligada a huir a Paris con una amiga. Será en esta ciudad donde conoce a otro fotógrafo también de origen judío con el que emprenderá una gran aventura, Ermõ Friedmann. Juntos crearon un personaje ficticio para vender sus fotografías, así nació la legendaria figura de Robert Capa, fotógrafo americano, rico y famoso. Gerda y Ermõ realizaban todo el trabajo y si algún editor quería entrevistar a Robert Capa, ya se encargaría Gerda de inventar cualquier excusa. Y la historia funcionó. Ella aprendió fotografía y é suavizó sus maneras consciente de que la imagen era fundamental para que sus fotografías se pagaran al triple que las de los colegas de profesión.

En 1936 se trasladan a Barcelona y recorren cientos de kilómetros entre Aragón, Madrid, Toledo y Córdoba junto a los soldados republicanos. Su trabajo comienza a ser reconocido entre la prensa extranjera.

La fotógrafa se involucró emocionalmente en la causa española. En 1937, Capa ya se había hecho famoso por su documentación sobre la guerra y Taro  se revelaría como una fotoperiodista independiente. A partir de aquí su relación se distanció y él se quedó con el nombre de Robert Capa, pasando su legado a su hermano y a la agencia Magnum.

 

 

 

 

Foto: FRED STEIN ARCHIVE

 

Gerda Taro, a la que llamaban «El pequeño zorro rojo» por su juventud y color de pelo, pero sobre todo por su habilidad para conseguir el mejor sitio y así obtener la mejor foto, falleció en la madrugada del 26 de julio de 1937 a causa de las heridas provocadas tras caer de un tanque. Sucedió en el hospital inglés de El Goloso de El Escorial, pero hoy sus restos descansan en el cementerio parisino del Pêre-Lachaise.

De su trabajo nos queda un legado de 4000 negativos en «La maleta mejicana» donde el trabajo de ambos fotógrafos se entremezcla haciendo prácticamente imposible distinguirlo. Hoy se conserva en la colección del International Center of Photography, en Nueva York.

 

Rosa Lisandra Escolano

Carnet C.M. 558