San Valentín es conocido como el patrón de los enamorados, del amor y de la amistad. Pero fue Esther Howland, artista y empresaria norteamericana quien en el año 1842 popularizó las felicitaciones de San Valentín utilizando corazones y figuras de Cupido, dios del deseo amoroso en la mitología romana, y este fue el comienzo de una gran labor de mercadotecnia en torno a este santo.
Pero no, San Valentín no ha sido un invento de los grandes almacenes, como solemos escuchar. San Valentín existió. De hecho, existieron varios San Valentín, y sería difícil saber cuál de ellos es el que celebramos el día 14 de Febrero, algunos fueron obispos y, por supuesto, todos ellos mártires cristianos. Pero podría darse el caso que algunos de ellos sean el mismo, únicamente que los relatos de su martirio no coinciden exactamente en las fechas.
Se da por válido a San Valentín de Roma –Valentine– quien vivió en tiempos del emperador Claudio “El Gótico” -Claudio II- y fue este emperador quien lo encarceló y mandó decapitar el 14 de febrero del año 269. Cuenta la leyenda que estando encarcelado iba a visitarlo la hija del carcelero (o del emperador, esto no queda claro), que era ciega y cuando iba a ser decapitado le entregó un papel para que lo leyera y lo primero que leyó fue “Tu Valentín”. Había sido condenado por casar en secreto a los soldados enamorados antes de su partida a la batalla (el emperador había prohibido estas ceremonias en la creencia de que sus soldados lucharían con mayor valor si no tenían esposas o hijos).
Su cráneo, coronado de flores, se exhibe en la Basílica de Santa María en Cosmedin, Roma. Sus reliquias se conservan en diferentes iglesias por toda Europa En Madrid, las encontramos en la Iglesia de San Antón.
Fue el Papa Gelasio I, quien decidió incluir a San Valentín en el santoral en el siglo V y así se celebró como fiesta cristiana hasta el año 1969, cuando después del Concilio Vaticano II se decidió eliminarla del calendario litúrgico, con la excusa de que representa el amor mundano.
Pero sí, Geoffrey Chaucer, escribe el poema “Parlamento de Pájaros” en 1382, donde menciona por primera vez el día de San Valentín dedicado al amor. Durante la Edad Media, se creía que las aves aparecían a mediados de febrero y se asoció con el romance de Valentine. Unos años más tarde, el rey Carlos VI de Francia creará la Corte del Amor. La carta de amor más antigua que se conserva del día de San Valentín es la que escribe el duque Carlos I de Orleans a su esposa desde su celda en la Torre de Londres, en el año 1416.
Y así es como, poco a poco, San Valentín se asociará con el día de los enamorados. Podemos decir que, actualmente, es una fiesta universal, independientemente de la religión que se profese.
Por cierto, ¿sabías que antes se le había asociado con los epilépticos? No tenía nada que ver, pero fue el santo preferido para pedirle favores en tales casos. En los siglos XIV y XV las crisis epilépticas se consideraban una maldición y era costumbre la peregrinación al Priorato de San Valentín para curarse espiritualmente.
¡FELIZ DÍA DE SAN VALENTÍN!
María Jesús Malo, habilitación 2426
